Hay cosas que sucedieron para hacerte orar, otras que solo sucederán cuando ores.

El Señor no solo es bueno cuando nos pasan cosas buenas, Él es bueno siempre, es Su atributo independientemente de nuestras circunstancias.

No necesitas ser amado por todos, ya eres amado por Jesús y ese amor lo llena todo.

Cuando Dios quiso hacer de David un rey, envió a Goliat, no una corona.

Cuando Dios quiso hacer de David un rey, no le trajo una corona, le trajo a Goliat. Tus desafíos te prepararán para tu propósito.

En Marcos 11:13-14: Jesús maldice una higuera con hojas pero sin fruto. No fue por su esterilidad, sino por su engaño. Él no se molestó porque no tuviera fruto, si no porque aparentaba tenerlo. Jesús nunca desprecio a nadie por sus fallas, pero si por aparentar perfección.

Sientas lo que sientas lo cierto es que la gloria postrera será mayor que la primera. No importa si te sientes estancado espiritualmente, la promesa sigue en pie. Dios es fiel.

Que Dios sabe todo aquello que nadie sabe, pero que tú corazón carga en silencio 🤍.

Si vieras la bendición al otro lado de tu batalla, ¡estarías alabando a Dios ahora!

Dios puede quitar tu tormenta o acompañarte en medio de ella, pero nunca te dejará solo.

Pedimos tanto un “Sí” de Dios, que olvidamos que a veces el “NO”es su mayor acto de amor. Porque los “Si” abren puertas, pero los “NO” te protegen del daño que no ves.

Agradece a Dios porque esta noche no vas a dormir en una cama de hospital, ni en la cárcel, ni en medio de una guerra, ni en la calle. Pero ora por los que sí.

Adora mientras esperas.

Yo no estaba en el Edén y heredé la culpa. Pero tampoco estaba en el Calvario y heredé la gracia.

Entonces mi mamá me dio el mejor regalo de la vida: instruirme desde niño en los caminos de Dios. Eso es mejor que cualquier regalo material.

Si nadie te ha dicho algo lindo hoy: Dios te dice que eres la niña de sus ojos y que te ama más que nadie en el mundo.

Muchas veces buscamos a Dios para que nos dé respuestas, pero Él nos da algo mejor: Su presencia. En lugar de resolver cada pregunta, te invita a confiar en Su sabiduría. Porque al final, lo que transforma tu vida no son las explicaciones, sino el amor que Él te da en el proceso.

¿Por qué buscar la aprobación de un mundo que crucificó a Jesús?

Y si no sucede como tú querías, sucederá de una manera muchísimo mejor. Esa es la belleza del plan de Dios. (Efesios 3:20)

Si Dios te lo niega, es porque no lo necesitas. Si Dios te lo da, es porque lo necesitas para parecerte más a Cristo.