No me enoje por lo que hiciste, me decepcione, porque aún recuerdo que cuando te conocí me hiciste sentir que había encontrado a alguien diferente y que jamás serías capaz de hacerme daño.
Tanto tiempo me tomó entender que el amor no es ansiedad, no es forzar, no es perder la dignidad, no es un día si y otro no, no es llorar todos los días, no es preguntarte si te quieren o no, no es ser luz y que te apaguen poco a poco.
Te mereces a alguien estable, con quien puedas irte a dormir sin preguntarte si mañana te va a seguir queriendo o no. Te mereces sinceridad, amor y respeto.