En Colombia llegó al gobierno la peor izquierda del país. Furiosa con el Estado por años de exclusión, decidió saquearlo, golpearlo y enriquecerse como revancha. No busca construir uno más igualitario, sino erosionar el que existe.
Gustavo Petro llega 10 horas tarde a un evento y los petristas defienden, pero se demoran 45 minutos en la implosión del puente vehicular de Puente Aranda en Bogotá y los petristas se le van encima a Carlos Fernando Galán.
Son una caterva de pendejos.