Yo me demoro en irme, incluso perdono y me hago el tonto muchas veces por permanecer y estar; doy demasiadas oportunidades, pero amigo, pareja, familia, cuando me voy cuando te me sales ya no entras más, ya no importas, ya no existes.
Es mi proceso, solo yo sé cuánto le llore, las noches de insomnio que me provoco, cuanto anhele que todo fuera diferente, así que no vengas a juzgar porque tú no sabes que me dolió hasta el alma.