No, si ya se ha fijado, sí. Pequeño ofrecimiento le hará, sujetándoselas y haciéndolas rebotar un poquito para él.

¿Quizás las dos? Si necesita un par de manitas, Shizuka seguro la ayuda.

Su reacción le sonsaca una risita traviesa a la rosada, que inmediatamente reduce la escasa distancia entre esas tímidas manos y su busto para que hunda esas palmas en el mismo. — ¿A qué se debe tanto miedo a un par de pechos? ~

¿Y qué pretende espiando a Shizuka, hmm? ¿Es que quiere ayudarla en algo?

Bonita.

Pero será tontita. ¿No ve que hay pantallas donde se puede ver reflejada? De todas maneras, seguro que el chat acabaría por avisarla de que hay alguien mirando. — Oye, ¡si solo vas a mirar, no será tan divertido!

Ya sabe a dónde va a ir la cara de la rosada, ¿de qué se extraña?

¿Mimitos en directo?

¿Quiere pasar de lo escrito y debutar en el video? Hehe.

Estará más que contenta de hacerla partícipe en alguno de sus... directos muy especiales. ~ ¡Tan solo debe de avisar con un poquito de antelación! Aunque si se presenta en su estudio no tiene pensado echarla sin más...

¿Y el problema? ~ Le gustaría una visita así.

¿Quién...? ¡Oh, bueno, no pasa nada, seguro que es buena chica! Tan solo espera que haya llamado a la puerta antes...

Y poco rato después abrirá la rosada la puerta, sonriente. — ¡Uy! ~ Pero mira a quién tenemos por aquí.

Dios bendiga a las leyes de la física y a la química cerebral que ha incitado a la bloguera a algo semejante. — Aunque lo interrumpieses, lo detendría inmediatamente, ¿sabes? Risita se le escapa, dejándole vía libre para entrar al piso.

Ha podido verlo en el momento en el que ha aparecido con ese trajecito en su mismísima casa. — ¿Oh? ¿Y qué clase de cosas son esas, mh? Dirá, cerrando la puerta tras ambas, prolongando sus palabras con tono cantarín.