Cirilla, no.

Ese condenado olor de lilas y grosellas.

No lo llamaría escondite

Cirilla.

No me puedo quejar. Tengo trabajo y excusa para marchar, ¿puedes decir lo mismo?

Sorpréndeme.

¿Porqué nunca eres tú el problema, Yennefer?

… que es esto.

La perfección no existe. Y menos con el orgullo que tienes, Yenn.

Dónde estás.

¿Cuándo huiste por la ventana? ¿O cuando tiraste mi cama De la Torre?

Ugh.

La primera vez que la vi estaba en una orgia montada por ella, que no os engañe.

¿Vamos a volver a hablar de esto? ¿Otra puta vez?

No me lo creo… ¡No sabía quien eras, Yenn! ¿Vas a ir de santa ahora? Que yo recuerde no es que ganases fama entre el líder de Skellige por tu asesoría.

No respetan una mierda.

Ir a buscar a alguien que no sé que existe. Y que me dices de Istredd.

¡Olvídalo ya, Yennefer! ¡Fue ella quien se lanzó y durante meses no me dijo la verdad! No hay nada que decir.

Solo ves dragones donde no los hay. Yennefer. Basta.

——Imperioso en necesidad, el brujo, se aferra a la hechicera antes de clavarle un beso. Su cuerpo empieza a sentir nuevamente, todo el fulgor y rabia de la discusión se desliza por un hilo que termina en lujuria. Pasión. Amor.——