Pasan los clubes, las aficiones y las ciudades por la primera categoría y la ciudad de Sevilla sigue siendo el único lugar donde tenemos claro que aquí es rojo o verde y nada más.
«…pero en la Tierra no hay
como tu cara ninguna
y solamente en la gloria
habrá otra como la tuya
porque en la Tierra no hay
como tu cara ninguna.
Dijo una voz desde el cielo
para que no hubiera dudas
y supiera el mundo entero
que como la Soledad… ¡NINGUNA!»
Voy a hablar alto y claro.
Estoy hasta los huevos de los sevillistas. Somos una afición insufrible que no deja un mínimo espacio a la esperanza. Nos hemos convertido en lo que nunca quisimos ser.
Horrible
A estas horas del Viernes Santo, mi cofradía viene ya de vuelta. Los nazarenos cansados por la calle Real, siguiendo la estela del Señor y anticipando la gloria de su Madre