150 días de persecución. 150 días de resistencia. 150 días exigiendo lo mismo: ¡Cristina libre ya!

Reabren causas, inventan enemigos, manipulan jueces. Pero la historia ya tiene su veredicto: Cristina está del lado correcto.

"Incluimos a millones de jóvenes que hoy pueden ir y son la primera generación de estudiantes universitarios de su familia. Y que ayer les aseguramos la gratuidad de la enseñanza."

Noviembre llegó con más aumentos. Mientras tanto, los salarios siguen congelados. El ajuste no frena: se profundiza.

Un proyecto de país no se impone: se construye entre todos. Y Néstor lo supo antes que nadie.

Los mismos que financiaron la campaña, hoy exigen su recompensa: más ajuste, más entrega y negociados para ellos.

Siempre del lado de la Educación Pública, Nacional y Gratuita.

Reabrir causas sin pruebas no es justicia: es política judicializada.

Fueron a verla porque Cristina representa lo mismo que Diego: el amor del pueblo que no se vende ni se rinde. Porque hay lealtades que no se explican, se sienten.

Fueron a verla porque Cristina es pueblo, como Diego. Porque los dos nunca se arrodillaron ante el poder y siempre estuvieron del mismo lado: el de la gente. El amor del pueblo no se proscribe.

“Hoy, su inauguración a su máxima potencia es también un símbolo de la potencia industrial que está alcanzando la República Argentina.”

El discurso del odio ya no es discurso: es política de Estado. #DecretoDelOdio #EsArgentinaOMilei

Argentina necesita volver a tener un proyecto de país. No uno de ajuste y exclusión, sino de desarrollo e integración como lo hicieron Néstor y Cristina.

Con Milei, el endeudamiento vuelve a ser negocio… pero solo para unos pocos.

El proyecto de reforma laboral de Milei no busca nivelar hacia arriba sino igualarnos hacia abajo. Por eso impulsa que el empleador pueda fraccionar las vacaciones e incluso que pueda otorgarlas fuera de temporada. La lucha sigue. Es Milei o Argentina.

Perseguir a una dirigente política por pensar distinto es retroceder en democracia. La historia sabrá quiénes fueron los responsables.

“El programa Progresar es un instrumento, una herramienta, un proyecto de vida que hay que llevar a cada joven para que cada joven vaya al colegio, para que cada joven tenga un oficio."

Mientras algunos promueven la dependencia y la pérdida de soberanía, otros siguen luchando por derechos y justicia social. La historia vuelve a poner en evidencia qué país queremos ser.

El "banco de horas" es la excusa para borrar las horas extra y profundizar la precarización.

Cuando se recorta en salud y discapacidad, no se reduce gasto: se amplía el dolor.