calma, va al descanso y habla consigo mismo en el vestidor, se putea y sale motivado al segundo tiempo, el 3-2 lo anota de cabeza al 93’ y grita sin hacer ruido, se convierte en ídolo y se va a comer.
Se habla mucho del Girona, de la lucha por la liga, y por los puestos Europeos, pero habría que empezar a agradecer a estos equipos el show que dan jornada tras jornada. Aquí está el verdadero disfrute de los aficionados de la redonda, ver cuál de todos ellos es menos malo.