Cuando el esperpéntico Aznar y el frustrado Feijoo afirman que el PSOE puede falsificar las elecciones, se colocan en el panel de unos políticos frustrados, incapacitados y huérfanos de opciones democráticas para gobernar.

Cuando los descerebrados de la extrema derecha insultan gravemente a nuestra querida María Márquez, solo consiguen colocarse frente al espejo de sus propias miserias.

Rutte entre sumiso y halagador ante Trump presenta la imagen edulcorada y servicial, propia de un bufón, en lugar de un alto mandatario de la Unión Europea.

Solo el tono bronco y desabrido de Felipe Gonzalez, mostrando su rechazo, odio, a Pedro Sanchez, le coloca fuera de cualquier consejo que le pueda ofrecer a los socialistas, más allá del interesado aplauso de las derechas españolas.

¿Como puede Feijoo decir que la amnistía es ilegal y añadir que respeta al Tribunal Constitucional? A ver. ¿Se está usted cachondeando del personal. ¿O piensa que somos tontos?

Al menos si algo ha dejado claro Feijoo en sus últimas declaraciones es que si fuera presidente del gobierno atendería la exigencia de Trump de pagar el 5% del PIB para rearmarnos y, por tanto, subiría los impuestos o privatizaría, nuestro Estado del bienestar. ¡Ole tu!

Si los jueces que son los que tienen que cumplir la ley no la cumplen, y se suman a una huelga claramente ilegal, qué credibilidad pueden tener ante la ciudadanía.

No entiendo que la Pantoja y el Bertín sean grandes deudores de la Hacienda pública y sigan siendo contratados y cobrando por las televisiones públicas.

Espero que los jueces y fiscales en huelga ilegal vean detraidos de sus sueldos, al igual que cualquier otro trabajador, los días no trabajados.

Hay varias decisiones que podrían limitar la corrupción, pero lo que acabaría con ella sería sancionar a las empresas que paguen mordidas a no poder concurrir, de por vida, a cualquier concurso público.

La locuacidad de la Iglesia para criticar al gobierno de España no se compadece con el ocultamiento durante decenas de años de la pederastia de muchos de sus integrantes. Y si ahora no tienen más remedio que aceptar sus desafueros no por ello son menos culpables. ¿Verdad?

Las derechas se rearman poniendo en cabeza a sus representes más ultras y trabucaires. La respuesta socialista ha de ser aprobar leyes que mejoren la vida de la gente y dejar que sus amenazas se queden en lo que son: fuegos fatuos frutos de su impotencia.

Algunos piensan que nos van a rendir. El PP ha olido la sangre y va a por todas. Lo que desconocen es que el PSOE tiene cuerda para rato y que mañana sábado nos volveremos a levantar. Yo estoy cogido de la mano de cientos de miles de andaluces y no nos vamos a soltar.

Nunca olvidaremos a quienes corrieron para exigir “elecciones ya”, sabiendo que ello supondría cederle el gobierno a las derechas, por más que ahora pongan caritas de comprensión. A mi no me engañan los pucheros lacrimógenos de los oportunistas.

Telegrama: cientos de contratos del Servicio andaluz en los tribunales, tres gerentes del SAS imputados, despilfarro en Sevilla en sobresueldos y actos de partido y propaganda institucional sin control ni transparencia.

Si el dilema es Sanchez o yo, un servidor se queda con Sanchez.

Nunca imaginé que tras el presidente de la Junta, el propio Feijoo impugnara las sentencias del Tribunal Constitucional. Siento decirlo: me da vergüenza.

Al margen de cualquier otra consideración, la bajeza argumental de Feijoo en el debate sobre la corrupción política, pasará a la historia de la ignominia, y de los discursos del odio.