NOVELA GÓTICA La niña que regresó del otro lado del espejo no era la misma que se fue. José Luis Zárate

A él se le escapó una lágrima. Ella soltó un abrazo. El tsunami de las mejillas se contuvo. Al final incluso rieron. Carlos Aymí

Quizá todos nuestros errores nos han traído hasta este acierto. Alicia Castillo

Fueron ovejas, nunca sueños. Marcos Ley.

No vino el Hombre bala, anunció el payaso, y se vaciaron las gradas. Nada como una eventual desgracia para agotar las entradas. Lenin Pérez Pérez

Cuando lo toco, me arde la piel. Cuando me besa, mi sangre se envenena. Pero cuando se aleja… el dolor es peor. Amar a un monstruo no es fácil. Plácido Romero.

Brillar con luz propia, no cualquiera, presumió la luciérnaga. Juan Iriarte M.

Hay narcisos que se creen los dueños del estanque. Miguel Ángel Alonso T.

Al final, hubiéramos podido ser buenos amigos, ¿sabes? No era necesario que destruyeras lo que habíamos construido. Chema Frías

Cuando tú y la verdad me hablan, no escucho a la verdad. Te escucho a ti. Antonio Porchia

Ella fue la mejor decisión que dejé ir. Mago Merino

Utilicé todo mi arte para seducirla con mis letras. Fue un éxito. Ella y mi maldito libro huyeron a no sé que hotel. José Luis Zárate

EL REFLEJO La belleza es una deuda con uno mismo, pensó mientras arrojaba la última moneda al estanque. Su deseo se cumplió al instante: el agua se evaporó, llevándose su recuerdo para siempre. Will Canduri

Tiene una memoria prodigiosa, capaz de hacer real una mentira. José Luis Morante

EL REGALO Te amo -susurró. Lo hubieses dicho antes -respondió, limpiando la sangre del cuchillo. Will Canduri

Y la semana siguiente nos convertimos en dos fantasmas con un pasado en común. Katherine Zanotti

No quiere ser lo mucho que puede, sino alcanzar del todo lo poco que es. Carlos Marzal

Reímos. Es que el cuerpo quiere jugar. Jordi Doce

Viniste a visitarme en sueños pero el vacío que dejaste cuando te fuiste fue realidad. Ernesto Cardenal

Tenía una boca tan perfecta, que se dudaba si la podría abrir. Ramón Gómez de la Serna