Si un día nunca vuelves a saber de mí, recuerda que te quise y te hice mi prioridad. Porque opciones tuve y tengo muchas, pero en todas esas opciones te elegí a ti, incluso cuando tú no me elegiste. Ahora, espero que mi ausencia te de la paz que mi presencia no alcanzó a darte.
Soy el claro ejemplo de que para poder alejarme de algo, me tiene que destruir completamente y no por falta de amor propio, si no por la fe tan grande que tengo en pensar de que todo pueda cambiar.