— Podrías poner alguna excusa, supongo. — Ajustó los espejos del vehículo para tener mejor ángulo al momento de partir y evitar chocar, hecho esto aceleró hasta el lugar determinado.
El trozo de carne reaccionó al instante, palpitando al sentir nuevamente los pequeños labios impactar brevemente contra él. Insatisfecho, el mayor sujetó la cabeza ajena, dejando su boca bien pegadita a esa vigorosa pija, moviendo un poco las caderas para restregarsela.