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Es momento entonces de un dictador. Donde existe una necesidad nace un derecho.

El gimnasio es para mujeres, deportistas y servicios sexuales. Esa cultura gymbro es bien liberal. Desalienta la comunidad, promueve el egoísmo e inhabilita a muchachos retraídos de buen corazón. Jugar a la pelota es lo único que hace grandes a los hombres de esta nación.

Sangra el alma cuando la totalidad de tus mesas de café con amigos, enemigos y neutrales fuman Marlboro Crafted. Cómo nos han empobrecido. Hasta dónde quieren llegar. Hasta dónde creen que el pueblo argentino puede aguantar.

Marlboro Crafted, Shein y Magis TV es el perfil de consumo que recordaremos dentro de 10 o 20 años cuando pensemos en Milei. Todas cosas que no nos gustan pero salen más baratas. Son los detalles que marcan las épocas de mierda. Como el queso 1 y las gaseosas del Eki en el 2001.

Estoy bullish con La Cámpora. Todavía hay mucho por verse pero creo que ya pasaron por lo peor, capaz esas marchas ecologistas con la juventud del PRO. Tanto es así que hoy se los está puteando masivamente como nunca antes, eso pasa cuando ya vas para arriba. Yo, aquí, compro.

Es la foto más ridícula de la historia política argentina

Y ese Garcia Cuerva que para mi es la revelación. El que puede superar a muchos. Yo le dije a Tito, mirá a García Cuerva. Pero se lo dije. Cuando nos vimos en la fiambrería. Y me dijo “y pero sabes, que tengo a Kicillof, que tengo a este”. Mirá a García Cuerva, qué te importa

La infidelidad de las mujeres habla peor de los hombres traicionados que de las mujeres. Yo no hago las reglas

No dijo viva la libertad carajo. Compren dólares

Rechazo este Milei digerible para viejas chotas de Recoleta. Queremos al Javo rockstar con su motosierra. No quedó nada del joven alegre que se disfrazaba de Batman. Ya bastante tenemos con la malaria que hay como para que encima nos pongamos solemnes

La argentina blanca se te arrima 50 centímetros y te liquida. Te secan hasta el mar los hijos de puta.

Lo dijeron ellos. Bergovich es gente de ellos. Nosotros no tenemos nada que ver. Nosotros somos nosotros y ellos son ellos.

Todo bien con Galia, pero pertenece a un tipo humano que todos los que fuimos verdaderos kirchneristas sabemos que ella seguro era opositora en la primavera kirchnerista. Puede cambiar de opinión. El problema es que el “kirchnerismo” es el que cambió de “opinión”.