Los argentinos no me dejan vivir en paz.

Soy un discómano de primera línea. Me gusta todo tipo de música, hasta la ye-ye

No puede admitirse ya la conducción anarquizada.

Si son idealistas y hombres de bien, serán bienvenidos y reforzarán nuestra propia organización.

¡Valiente solución!

Siempre sostuvimos que si la clase trabajadora no podía llegar a la administración, al gobierno y a la legislación por la ley, tenía derecho de tomar el palo, y conseguir lo que le negaban, por medios violentos.

Un hombre sin virtudes no debe conducir, y no puede conducir aunque quiera o aunque deba.

No tenemos, por otra parte, ideas dictatoriales de ninguna naturaleza.

Ni odios, ni egoísmos.

Alcanzamos el gobierno mediante las elecciones más limpias y puras de las que haya memoria en la historia argentina.

Yo he hablado con todos, la juventud radical, la juventud conservadora, la socialista, la comunista. Todos han estado conmigo y han quedado comprometidos a unirse.

Ha pasado la hora de gritar Perón, ha llegado la hora de defenderlo.

El Justicialismo no es un hombre, es una doctrina.

Siempre he pensado si yo tengo obligación de ser patriota.

Soy milico.