Te quiero más que a mi vida.

La Esperanza Macarena ha sobrevivido a una guerra civil con sus hermanos jugándose la vida escindiéndola en casa, pero no lo ha hecho a un cántabro hijo de puta

Alguien tenía que decirlo.

“Dale alegría a tu cara, Macarena”. El remate del esperpento. Como si no tuviéramos bastante con la barbaridad cometida, ahora también tenemos que tragar esta basura mediática, gracias a la Junta de Gobierno.

Te escandaliza una protesta pacífica por mutilar una obra barroca, pero no tu clasismo. La Esperanza Macarena es siglo XVII, no una moda. Que no lo entiendas no la invalida, solo muestra ignorancia y soberbia.

Protestar por la restauración no es capricho, es defender un patrimonio único, al nivel de Las Meninas. Defender la cultura no resta ni un ápice de compromiso con la sanidad o la justicia social.

Si hay algo en esta vida Que nos proteja y abraza Es la misericordia infinita En los ojos de la Esperanza Y en esos ojos sin igual Llora por ti toda Sevilla Solo por verte llorar. Don Rafael González-Serna Lirola

Que son 276 días, si yo te esperaría toda una vida.

En tus manos Macarenas.

Julio lleva tu nombre, Rocío. 📸 Alejandro Braña

R O C I O

Rocío del cielo.

Coronada por Sevilla

Esperanza de Sevilla