Cuando tocó ir en el 2013 a Junín, aparte del calor infernal que hubo, nunca se vio a tanta gente entrando a un estadio con entradas falsas. Fantástica actuación de nuestra hinchada en aquella ocasión.

Teo está allá arriba. Era el jugador ideal para ser el ídolo definitivo en Central. Canchero, soberbio, CRACK, con un talento enorme y tantas cosas más. Me duele que no haya tenido su estrella en RC porque en una final: no se la dieron cuando estaba solo frente al arco 🙂

Otra vez a ruta. Otra vez a hacer muchos kilómetros. Otra vez, Central. De por vida hasta el final.

El partido con más ambiente de cancha que se vivió en años. Una atmósfera realmente digna de partido noventoso, donde en cualquier momento podía pasar algo.

La que te sigue SIEMPRE a todas partes. Salud para esta banda loca y descontrolada.

“Bienvenido, fíjate si salen”. Así fue lo que me dijo el botón que me requisó en la entrada a la cancha. Es divertido ir a canchas donde el ambiente es realmente hostil.

La verdad que Fito al escribir Rosario siempre estuvo cerca podría irse bien a la concha puta de su hermana.

Después de 20 partidos: puntero en la anual. En el torneo: entre los 8 que entran al mata a mata. No se está jugando bien, es verdad. Tampoco todo es tan negro. No confundamos exigencia (que está bárbara) con reclamos pelotudos. Por suerte en la tribuna no hay tanto derrotismo.

Vélez jugando en Fortaleza… Qué nostalgia, viejo. De las mejores canchas y ciudades que fuimos por Central. Y con un equipo totalmente diezmado, y sin técnico, por momentos hasta nos ilusionamos con pasar de ronda. A laburar, ahorrar y juntar. Vamos a volver.

Para aplaudir de pie a los pibes, y no tan pibes, de Godoy Cruz. Hay que sacarse el sombrero. Una actuación ejemplar.

Es fulminante cuando te empatan sobre la hora, más aún de local. Te rompe moral y psicológicamente.

El más grande de todos los tiempos. Lejos. Te quiero mucho, Bananero. Sos el número 1.

Qué pánico escénico que tenía el arquerito de Peñarol. Una cara de derrotado. Transmitía depresión de solo verlo. Y sobre el triunfo de la Acadé: me corto un brazo con tal de vivir algo así en la Copa del año que viene. Y lo vamos a vivir. Porque por eso vamos.