Conforme más años tenemos, más evidente el valor de aquellas cosas que el tiempo no se lleva.

La diferencia entre muro y escalón suele ser una cuestión de actitud.

Haz del éxito de tus compañeros, un motivo para alzarte de nuevo.

Entender que es un proceso, suele acortarlo.

Si necesitas tu solución, soluciona otra necesidad.

No importa cómo: empieza.

Si te entregas por completo en el intento, el triunfo ya es tuyo.

La amistad no solo te hará sentir en paz, también te puede sacar de alguna guerra sin sentido.

Cualquier herramienta se convierte en un problema, si te distrae de tu cometido.

Ser consciente siempre implica superar lo superficial.

No necesitas perderlo todo para aprender a soltar algo.

Ni el cerebro es la mente, ni tus ojos tu mirada.

Si quieres conocer a alguien,
observa cómo enfrenta sus barreras.

Si asumes ese riesgo,
que sea por lo que de verdad te importa.

Fluir es el arte de superar obstáculos con el menor esfuerzo posible.

Creer que todo el mundo es egoísta,
es la primera justificación para actuar con egoísmo.

Al final de esta vida te quedará lo logrado, lo aprendido y todo lo que hayas amado.

Un día llegarás a encajar con humor y compasión los errores, empezando por los propios.

—¿Cómo puedo saber si creo en mi?
—Cuando la grandeza del otro inspire y no intimide.

Cuando solo hay dos opciones,
una mente creativa suele considerar la tercera.