Twitter Beğeni Hilesi

Tengo la suerte de tener entre mis amigos y tertulianos a escritores, académicos, catedráticos, etc, y los hay de todas las ideologías. Tenemos algo en común: Sánchez nos produce, sobre todo, un gran malestar intelectual, una rabia ética desconocida, un inédito desaliento moral.

Literatura. Gran prólogo, Daniel Capó.

Magnífica tribuna en la que Luis Miller explica de modo claro y sencillo, usando el ejemplo del Ingreso Mínimo Vital, cómo perjudica sobre todo a los más débiles la desaparición del Gobierno central en las CCAA. Clama al cielo que la izquierda sea quien esté detrás de esto.

Literariamente he pasado el verano terminando –tras 4 años– una novela y en compañía sobre todo de Ramón Andrés y de Melville (Pierre, poemas). Ordenando la balda de éste me he encontrado con mi edición de tela de Moby Dick, y no me resisto a leer el mejor íncipit que recuerdo.

De Thoreau había picoteado algunas cosas, como las cartas a Blake que tradujo mi hermano hace tiempo, pero nunca había leído entero Walden. El otro día en Málaga entré en una tienda de beneficencia y compré –por dejar algo de donativo– esta edición malísima. Me está fascinando.

Leyendo en la prensa sobre inteligencia artificial y literatura: por lo visto hay quien usa la IA para escribir a dos manos con la tecnología. En el caso de que leyese alguno de esos engendros sólo podría decir lo que decía Cela ante bodrios escritos en un rato: “Ya se nota, ya”.

Dos años de la muerte de Xavier I, Rey de Redonda. Y está más vivo Marías que la mayoría de los escritores actuales. Esta mañana no sé dónde leía algo precioso: hasta los cien años no se sabe si un hombre ha muerto o no. Larga vida al rey.

Hoy publico en La Opinión de Málaga un texto sobre el último lanzamiento de Libros del Asteroide. Cuando entre tanta inanidad y tontería hay una obra literaria digna de llamarse así, y más si la guerra civil está presente, allí estará Maldonado. El prólogo de Daniel Capó es la guinda.

“Me gusta la prosa de Ramondino, elegante y limpia, y me gusta que en una finca como Son Batle hubiese una niña italiana que vio lo que aún, ochenta años después, seguimos intentando comprender los nietos de quienes lucharon en aquellos días aciagos. Una magnífica novela”.

Hay días de rastro mejores, pero la mayoría son peores: libro de Aquilino Duque de la única editorial que colecciono –las viejas ediciones de Destino, Áncora y Delfín– y pluma Ero ochentera. Seis euros, el precio de un viejo cubata (cuando yo salía a tomar cubatas, claro).

No hay ideología política más contraria a los valores progresistas que el separatismo que subvierte la igualdad entre los ciudadanos y apoya el descarado egoísmo colectivo de las regiones, además de convertir a los vecinos en extranjeros en su propio país.

Tengo un hijo de casi siete años y es un futbolero madridista acérrimo. Está ahora encima de mi padre, en su casa, hablándole de las bondades de Courtois. Mañana anotaré en el diario que Pelayo no sabe que cada vez que en el futuro vea un partido notará muy cerca a su abuelo.

Empecé a escribir el discurso hace unos días y tenía algunas dudas sobre Baroja, uno de los protagonistas del mismo. Buscaba un par de subrayados y al final he vuelto a leer entera la novela, quizá –junto con Shanti Andía y Memorias de un hombre de acción– mi favorita de don Pío.