En el corazón del Padre están tu identidad y todos los planes que Él quiere para ti.

Tu seguridad de hijo define las palabras y la actitud con que te presentas ante el Padre.

El Espíritu de Dios te llevará a descubrir el corazón de tu Padre Celestial.

El Padre Celestial puede sanar el dolor, la vergüenza y el abandono en el corazón de cada uno de Sus hijos.

El Espíritu de Dios es el mejor amigo que puedes tener en toda tu vida.

Espíritu Santo, ayúdame a saber quién es el primer lugar en mi corazón.

La invitación de Jesús es a creerle, a obedecerle y que pruebes el reino de los cielos.

Un dios ajeno te dirá yo te muestro el camino, pero nuestro Dios te dirá: Yo Soy el camino.

La bendición no está en las cosas que tienes; la bendición está en ti que eres hijo de Dios.

Aprende a abrir tus ojos para ver las otras formas en que Dios te bendice.

Dios no tiene problema en bendecirte, pero quiere que le des propósito a tus recursos.

Cuando hay fe no hay límites.

Guardar los mandamientos es el camino a la perfección, pero los sacrificios en honor a Dios otorgan la vida eterna.

Se requiere más fe para dar lo que un día recibiste.

Dios quiere bendecirte en abundancia y darles un propósito a tus recursos.

El Dios verdadero dejó su trono, se despojó para hacerse un hombre y morir por nosotros para perdonar nuestros pecados.

Cuando Dios no es el primer lugar el Espíritu Santo nos lleva a un proceso doloroso, pero amoroso para destronar al dios que hemos puesto.

Espíritu Santo, ayúdame a saber quién es el primer lugar en mi corazón.

Tu esperanza siempre debe estar en Dios, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.

No vale la pena afanarnos si reconocemos que tenemos un Dios de milagros, aprendamos a confiar en Él.