El elemento distintivo de la filosofía no es que enseñe a reflexionar, sino a desaprender a pensar del modo acostumbrado para explorar nuevas perspectivas. En un mundo en el que nos invitan sin descanso a adaptarnos, la filosofía aporta a la ciudadanía un componente cuestionador.

🌞`Filosofía y resistencia: ¿por qué permitimos habitar un contexto inhabitable?´. Este es el título de la conferencia que tuvo lugar ayer en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Camargo. Carlos Javier González, profesor de Filosofía y Psicología, fue el ponente.🤵 unican.es

Una forma muy eficaz para afianzar o recuperar el hábito de lectura es leer en voz alta. También fortalece la comprensión lectora y la memoria y mejora la capacidad de expresión. Si además se lee con otra persona, consolida los vínculos y se generan historias y emociones comunes.

🎙️Carlos Javier González: «Estamos más #vigilados que nunca, muchas veces con fines lucrativos, pero estamos muy a gusto porque alimenta el parque de atracciones en el que estamos sumergidos». #EntrevistasEthic ethic.es/2024/05/entrev…

Simone Weil apuntó, en un análisis premonitorio, que “al sucumbir bajo el peso de la cantidad, al espíritu no le queda otro criterio que el de la eficacia”. No somos cosas, sino individuos dignos de atención unidos en lazos de solidaridad. Escribo sobre ello en prensa nacional.

Escribió Hannah Arendt que “la prensa ideologizada y la manipulación de la opinión pública tiene éxito donde el terror fracasa”. La forma de comunicar la información no es inocente. El periodismo puede convertirse en una estrategia para dirigir emocionalmente nuestra conducta.

El aburrimiento surge hoy por el contacto irrelevante con lo mucho: nuestras experiencias nos resultan vacías. Todo está lleno de posibilidades que prometen satisfacer nuestro deseo y expectativas, pero nunca sucede. El deseo como producto: es el uso mercadotécnico del tedio.

Se pide a los jóvenes que tengan más criterio propio y piensen por sí mismos mientras las humanidades sufren una silenciosa merma en la enseñanza. El conocimiento no puede ser esclavo del sistema productivo. Una educación que sólo enseña lo útil sólo sirve para servir sin pensar.

Escribió María Zambrano que necesitamos del “tiempo que no alberga ningún suceso”. Rodeados de estímulos (tiktoks, stories), llenamos la vida de superfluidades que, lejos de darnos una narrativa común, nos vacían y aíslan. Al revés, “el tiempo de la contemplación da libertad”.

No es cierto que vivamos una época carente de valores. Los valores hoy imperantes son dictados por el sistema productivo: rentabilidad, rendimiento, rapidez, imperativo tecnológico. No vivimos una época nihilista, sino un tiempo enajenado por el ídolo de la utilidad y el consumo.

El estrés se ha transformado en el elemento natural de nuestra vida. La normalización del estrés ha impuesto la rapidez (como patrón de tiempo) y la rentabilidad (como valor) para estimar cualquier proceso vital. Y entonces surge el pérfido negocio: cómo “gestionar” el estrés.

La caricia es un gesto que busca al otro y lo cuida sin apropiárselo, sin afán de poseerlo. La caricia quiere libre lo tocado, respeta la belleza de la distancia: explora y tantea, no domina. La caricia es resistencia frente al imperativo del autocuidado. bit.ly/4cjI37P

🎙️Carlos Javier González: «Estamos más #vigilados que nunca, muchas veces con fines lucrativos, pero estamos muy a gusto porque alimenta el parque de atracciones en el que estamos sumergidos». #EntrevistasEthic ethic.es/2024/05/entrev…

Un sistema educativo que sólo trata al alumnado como futura fuerza de trabajo se convierte en instrucción, en adoctrinamiento servil que además genera una perversa jerarquía entre “lo útil” y “lo inútil” e impide reconocer el valor de la contemplación y de la aspiración al saber.

La creciente falta de bancos en los que sentarse y conversar ociosamente impide que la palabra sea compartida en entornos urbanos no mediados por el consumo (bares, tiendas). El espacio público se convierte en un lugar para la transacción comercial: de tránsito, no de encuentro.

Cuando acariciamos a alguien deseamos su #bienestar, le procuramos cuidado: lo atendemos. La #caricia entendida como el respeto por la libertad del cuerpo de otro nos desliga de la deriva comercial y mercantilista de la vida afectiva. ✍️@aspirar_al_uno ethic.es/2024/08/contra…

Las ciudades albergan cada vez menos espacios en los que poder reunirse sin el imperativo de consumir. El negocio no tolera espacios “inútiles” donde detenerse, contemplar o conversar y aislarse del consumo. La arquitectura urbana configura nuestra conducta y maneras de pensar.

He estado en Medellín, Colombia, hablando de filosofía y de la necesidad de crear espacios públicos en los que podamos compartir (palabras sobre) lo que nos preocupa. La filosofía interesa, y mucho, porque es resistencia intelectual contra la normalización de nuestros malestares.

No es cierto que vivamos una época carente de valores. Los valores hoy imperantes son: rentabilidad, rendimiento, rapidez, imperativo tecnológico. No vivimos una época nihilista, sino un tiempo enajenado por el ídolo de la adaptación al sistema productivo. bit.ly/4dHDk12

Muy feliz de anunciar que todos los jueves dirigiré una sección sobre ética en Las Tardes de Radio Nacional de España (17:25-17-55). Es más importante que nunca que la filosofía esté en las aulas, pero también hay que sacarla a la calle para pensar en comunidad. Las tardes de RNE